El otro día un conocido me pregunto en que trabajaba y le dije que en una empresa que financiaba a otras empresas.

-Un banco! - me contesto risueño.

-No, una empresa de financiación colectiva mediante un marketplace que permite poner a disposición de los inversores alternativas de inversión en empresas de cualquier sector del mercado real (nada de mega multinacionales). - Con la parrafada se queda mudo - ah...!- responde al fin -..pero es muy arriesgado no? la gente no devuelve el préstamo y ahí puedo perder mi dinero... yo mejor lo pongo en un depósito.

- pero un deposito te da una rentabilidad muy baja! -le contesto.

- si, pero ... y la tasa de morosidad eh? – me dice con aire convencido

Ante esto, me quedo parado. necesitare un buen rato de tiempo si pretendo explicarle que morosidad no es exactamente lo mismo que riesgo....
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En un mercado como el español, donde había una oficina bancaria cada dos manzanas y la cultura financiera brillaba (y brilla) por su ausencia, cualquier cosa que no viniera de una entidad financiera no era de confianza. Los inversores más avanzados buscaban en renta variable, renta fija, derivados,… Pero la gran mayoría huían de todo aquello que implicara riesgo aún a costa de obtener una mínima rentabilidad por su inversión. Sin embargo, entender el binomio riesgo/rentabilidad es clave. Y saber diferenciar riesgo de morosidad también.

En tiempos de crisis nos acostumbramos a oir "la tasa de morosidad de la banca", aprendimos que morosidad significaba aquellas deudas cuyo reembolso (al banco) era problemático y supimos que era muy importante para saber la calidad del banco (al que estábamos prestando dinero con nuestros depósitos). Algunos fueron más allá y aprendieron que la tasa se calculaba como la "relación entre el importe de los préstamos y créditos considerados morosos al final del periodo objeto de estudio sobre el total de créditos concedidos".... Y poco más. La tasa de morosidad no afectaba a nuestros depósitos (garantizados por el fondo de garantía), o al precio de nuestras inversiones o prestamos (mas relacionados con la política comercial de la entidad).

A la hora de invertir en cualquier producto o activo financiero debemos tener muy claro que la rentabilidad ofrecida lleva aparejada un riesgo de pérdida que deberemos comparar con nuestra disposición a aceptar esa pérdida. Si la pérdida esperada es asumible porque la rentabilidad ofrecida es elevada, podremos invertir con confianza, en caso contrario será mejor buscar otras alternativas para nuestro ahorro.

Veamos más a fondo esos conceptos.

Riesgo es la posibilidad de que algo ocurra, ese algo puede ser quedarnos sin plaza para un concierto si esperamos mucho a comprar la entrada, que llueva el día que habíamos planeado una barbacoa, que nos perdamos por coger ese "atajo", son todas decisiones que tomamos a cambio de una rentabilidad (asegurarnos que vienen unos amigos para ese día, acortar el viaje,...). ¿Fácil y comprensible verdad?

Ahora, imaginemos que prestamos dinero a un amigo para que pueda coger un taxi después de una cena. Se compromete a devolvernos el dinero al día siguiente y además invitarnos a una copa. Existe el riesgo (más o menos bajo depende de la amistad) de que no devuelva el dinero, pero lo hacemos por la rentabilidad de saber que llega bien a casa y además ganamos algo material con la copa.

Al día siguiente el amigo no se presenta ni paga los 30 euros ni la copa. Vaya! Ese amigo ahora es técnicamente un moroso por no cumplir con su parte del trato. Qué hacer? .. olvidarse del dinero y repetirse nunca más? . ..... NO! El riesgo (de crédito) empieza en el momento en que se presta dinero a otra persona (jurídica o física),así que para reducirlo lo primero es procurar diversificar:

Ahora pensemos que además de ese amigo prestamos dinero a otras 4 personas de la cena: hemos "invertido" 150€ con la expectativa (rentabilidad) de obtener una copa (3 euros) en la próxima cena un mes más tarde. Llegado el momento todo el mundo devuelve los 30 € y paga su copa extra, excepto uno de los 5 amigos.

Es decir, uno de los 5 amigos no ha pagado, por lo que la tasa de morosidad es del 20% . Lo único que dice ese número es que debería escoger mejor a mis amigos. Porque si miramos a la rentabilidad, teníamos 150€ invertidos, hemos cobrado 120+12 y hemos perdido 30. Es decir, ahora tengo 18 € menos que al principio.... un 12% de perdida... Un momento, no era una morosidad del 20%?

Repasemos conceptos: riesgo como probabilidad de que algo ocurra, rentabilidad como ganancia esperada por correr ese riesgo y morosidad como porcentaje de préstamos retrasados comparados con la totalidad de la cartera invertida.

Un cliente moroso es un cliente que no ha pagado en el momento acordado la totalidad de lo que debía pagar, pero aún se espera que pague (todo o parte) en el futuro. En nuestro ejemplo, el amigo es un moroso, pero esperamos que tarde o temprano pague. Ahora bien, si le llamas y no contesta; hablas con sus conocidos y no te dan más información; y pasa otro mes y sigue sin pagar! ; y no hay forma de localizarlo ni siquiera via redes sociales....Se ha esfumado, y con él, tus expectativas de recuperar ese dinero. Entonces ese amigo deja de ser moroso. ¡Deja de ser amigo!, lo tachas de tus recuerdos y lo das por perdido. Un banco hace lo mismo y asume la perdida contra el resto de ganancias en su cuenta de resultados. ¡El moroso ya no está! Ha pasado a convertirse en una pérdida. ¡En la próxima tasa de morosidad no aparecerá!

En el mundo del marketplace lending quien asume la perdida de perder al amigo es el inversor, no la plataforma, por lo que saber la calidad de los amigos en esa plataforma no dice mucho, lo que si es importante es saber cómo afecta esa calidad al retorno de mi inversión. Como inversor directo en empresas, me interesa saber el riesgo de pérdida que corro, la rentabilidad obtenida por ese riesgo y como afecta la morosidad a mi inversión.

Sin embargo, de los tres datos, el de rentabilidad es el único que aparece claro en todas las plataformas. La pérdida estimada se presenta en ocasiones solo como rating o como semáforo lo que no nos da un valor numérico que podamos utilizar en nuestros cálculos. Y la morosidad aparece pero sin criterios unificados.

En el mundo anglosajón y siguiendo las recomendaciones de AltFi www.altfi.com algunas plataformas publican tasas de morosidad en torno a tres conceptos:

  • relación entre el importe de los préstamos y créditos considerados morosos al final del periodo objeto de estudio sobre el total de créditos concedidos
  • porcentaje de perdida estimada
  • pérdida real sobre el total financiado desde inicio de actividades de la plataforma

Sin embargo, dicha información (salvo el porcentaje de perdida estimada, lo comento al final) no aporta mucho valor al inversor, lo que el inversor quiere saber es cuánto ha perdido hasta el momento

Entonces, ¿qué es la perdida esperada? Si usamos términos matemáticos diríamos que es una fórmula que permite calcular el importe de perdida de una inversión en función de 3 variables que son la probabilidad de incumplimiento, el importe arriesgado y la perdida final una vez recuperado todo lo recuperable. Usando los términos ingleses habituales para representarla tenemos EL = PD x LGD x EAD , donde EL es la perdida estimada (estimated loss) , PD es la probabilidad de incumplimiento (probability default) , LGD es la severidad de la perdida (porcentaje sobre la exposición en riesgo que no se espera recuperar en caso de incumplimiento : loss given default) y la EAD es el importe arriesgado (Exposición en el momento del incumplimiento: Exposure at default)

La EL nos dice que porcentaje esperamos perder de nuestra cartera de inversión. Y eso lo que un inversor debería mirar antes de poner su dinero a trabajar.. cuanto estoy arriesgando, cuanto espero ganar y cuanto perder (en condiciones normales)

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